El CDM y El Ahorcado

Tuesday, June 27, 2006

12.
¿Por dónde entró?

Lucas despertó a Pally y a Sergio. Ellos no hicieron caso. “¡Eso es un perro que anda suelto por ahí!” Aun así Lucas no se quedó tranquilo. Despertó a toda la clase. Hasta que despertó a Javi, y entonces se oyó de nuevo. Javi se puso en pie de un salto. Costaba levantarse a las dos y media de la mañana, pero tenía que ser así. Había alguien en el colegio.
—¿Pero cómo va a entrar alguien aquí?— preguntó Prefasi, enfadado.
—¡Por la puerta!— contestó otro compañero, Pedro García—. ¿Cómo si no?
—¡Pero si hay doscientos guardias vigilando!— apuntó inmediatamente Prefasi.
—Seguro que hay una entrada secreta por alguna parte. De todas formas no hay nadie aquí, eso es imposible. Y yo voy a dormir. Buenas noches— otro compañero de la clase, Carlos Gallego hizo un acto de terminar, pero entonces se oyó un ruido más fuerte que los anteriores.
—¿Veis? ¡Se ha oído algo!— exclamó Lucas.
—Qué listo— le alabó Pally.
—El Ahorcado— dijo una chica llamada Beatriz.
—¡No ha podido entrar! ¡Se realista, Bea!— exclamó Pedro García.
—¡Ni realista ni porras!— saltó Javi—. Aquí no hay nadie, coño.
—¡Pues he oído algo! —se empecinó Lucas.
—¿Sabes a quién he oído yo?—preguntó Javi, enfadado—. ¿Te digo a quién he oído yo, eh?
—¿A quién? —preguntó Lucas.
—He oído a tus muertos en vinagreta, Lucas, que no te callas ni bajo el agua, pelmazo, que eres un pelmazo—respondió Javi—. Muy bien, vamos a investigar, ¿de acuerdo?
—¡Eso!— gritó Pally, cansado de tanta discusión—. Vamos a salir todos ahí fuera. Si no hay nadie, paliza a Lucas. Si está el Ahorcado, ya veremos.
—¡Vale!— dijo Prefasi—. Pero yo seré el primero en pegarle la paliza a Lucas.
—Siempre paliza al mismo— se quejó Lucas—. ¿Por qué?
—Porque eres un pelmazo, porque eres un tío listo y porque eres Lucas. ¿Contento?— le soltó Pally.
Todos fueron inmediatamente fuera de la clase, y en cuanto salieron, de la clase de al lado salió una figura enmascarada. Esta figura intentó agarrar a Palacios. Éste dio un brusco giro y la figura se soltó un poco. Sacó una cuerda, pero enseguida se vio rodeada. Tomando impulso, pegó un salto de dos metros y medio, agachándose para no dar con el techo, y se fue corriendo. Prefasi salió detrás de aquella figura. Seguía corriendo, hasta el interior del pabellón del colegio. Prefasi entró detras, siguió al tipo hasta el final del vestuario. El tipo se encerró en un baño, que estaba al final del vestuario, a mano derecha, enfrente de las duchas. Prefasi lo había acorralado. Llegó todo el club detrás.
—¿Dónde está?— preguntó Jorge.
—¡Ahí dentro!— respondió Prefasi.
—¡Sal de ahí, maníaco del demonio!— gritó Lucas.
Silencio.
No se oía un alma.
Todo el colegio sumido en un silencio horripilante.
Silencio. Total y absoluto.
Y Pally rompió el silencio. ¡¡PLAS!! ¡Patada a la puerta del aseo, que se abre!
Nadie. Todo está vacío.
—¿No decías que estaba ahí, Prefasi?— preguntó Pally.
—Pues sí— respondió Prefasi, desconcertado.
—Se ha ido— exclamó Lucas—. ¡No sé por dónde diablos se ha ido, pero si estaba ahí, no puede haber sido tan imbécil como para tirarse al wáter y tirar de la cadena él solito!
Todos volvieron en silencio a la clase.
Las cuatro de la mañana. Casi todos estaban durmiendo. Otros intentaban dormir. Prefasi no comprendía cómo era posible que un tipo desapareciera en un aseo, sin puerta trasera, y menos aún, cómo había conseguido entrar al colegio.
Javi tampoco dormía. De pronto le vino un pensamiento a la cabeza. ¿No habían visto en la casa del callejón una figura en la chimenea? No, pero no puede ser, se dijo, si estuvimos mirando en la chimenea. A no ser que la chimenea tuviera un doble fondo...
De pronto Prefasi pegó un salto.
—¿Qué pasa?— preguntó Javi.
—¿Estás despierto?
—Sí, hombre, como para estar durmiendo en una situación así. ¿Qué pasa?
—Vamos al callejón. Creo que tengo la solución.
—¿La solución? Ese tío nos va a echar la soga al cuello.
—No me digas cuelloooo...
—Vamos al callejón— determinó Javi—. ¿Despertamos a alguien?
—No creo que haga falta.
—Bien, pues vamos allá. Por cierto. ¿De dónde has sacado eso de no me digas cuello?
—De un programa de la tele. Es muy bueno— iban hablando mientras se dirigían al sitio A (de Ahorcado).

0 Comments:

Post a Comment

<< Home